Llevar a cabo la limpieza de una superficie grasa no es sencillo. Si agregamos únicamente agua sería rechazada escurriéndose.
Cuando el agua y el aceite se mezclan
conjuntamente, un líquido forma finas gotículas esféricas en el seno del
otro y por lo tanto se separan en dos capas, la oleosa arriba y la
acuosa debajo.
Tan pronto como las gotículas esféricas
se pongan en contacto unas con otras, tenderán a unirse entre ellas con
más fuerza y estar presentes en todo el líquido. Es la consecuencia de
un fenómeno denominado tensión superficial, resultado de las fuerzas de
atracción y cohesión.
Al añadir un detergente, éste impide la
repulsión entre el aceite y el agua, actuando directamente sobre la
superficie de las gotículas, justo donde el aceite y el agua se unen. El
detergente actúa como un agente humectante. Por este proceso a los
detergentes se les conoce como surfactantes.
Al mismo tiempo los surfactantes reducen
la tensión superficial que existe entre las gotículas esféricas, hasta
formarse una emulsión entre el agua, el surfactante y la grasa. Así la
grasa es eliminada de la superficie.
Cabe mencionar que estos surfactantes a
su vez se les conoce como tensoactivos o tensoactivos debido a que
reducen la tensión superficial.
Los surfactantes son sustancias anfifílicas pues tienen una fracción lipofóbica o hidrofílica y otra lipofílica o hidrofóbica.
Cuando se añade al agua el surfactante,
la parte hidrofílica de una molécula, tiende a disolverse. Por el
contrario, la parte hidrofóbica tiende a quedarse fuera del agua, de
forma que se mantiene en la superficie atraída por la grasa.
De todo ello surgen las denominadas
micelas que tienen en su centro un diminuto espacio sin agua dentro de
la solución surfactante. En el interior de estos espacios se puede
introducir pequeñísimas cantidades de aceite. El resultado sigue siendo
un líquido transparente que no es propiamente una emulsión, a este
proceso se le conoce como solubilidad.
En la micela las cabezas hidrofílicas de
las moléculas surfactantes se orientan hacia el exterior de la micela
en contacto con el agua.
Las colas hidrofóbicas se combinan entre ellas y se mantienen secas expulsando de su interior el agua contenida.
De este modo el detergente lleva a cabo su acción limpiadora, retirando la grasa de la superficie cualquiera que esta sea.
Por otro lado la espuma no tiene acción
limpiadora como se suele creer. Sin embargo, la espuma en otras
ocasiones sirve como indicador; cuando el detergente se ha utilizado
para emulsificar la grasa, la espuma desaparece, es posible que se
requiera de más detergente; la espuma mantiene la acción limpiadora
sobre la superficie. La espuma también ayuda a extender el detergente
sobre la superficie grasa.
Finalmente el aclarado del agua nos indica cuan limpia ha quedado la superficie.
Los cientos de diferentes surfactantes
que se pueden utilizar pertenecen a una gran variedad de tipos, siendo
cada uno de ellos adecuado para un objetivo determinado.
Tensoactivos Aniónicos: Contienen carga negativa en solución acuosa. A este tipo pertenecen los surfactantes de mayor producción por su acción desengrasante:
Tensoactivos Aniónicos: Contienen carga negativa en solución acuosa. A este tipo pertenecen los surfactantes de mayor producción por su acción desengrasante:
Lauril sulfato de sodio. Lauril éter
sulfato de sodio. (texapon N5), Lauril sulfato de trietanolamina
(Texapon T42), Aperlante para shampoo, Dodecil sulfonato de sodio,
Glucosmo 50, Stepanol AEG Jabón cristal, Jabón artístico y jabón viruta.
Utilizados en shampoo, jabón manos, gel de ducha, detergente lavadora,
detergente lavavajillas etc.
Los TENSO ACTIVOS CATIÓNICOS
contienen carga positiva en solución acuosa: DEHYQUART A. Usados como
acondicionadores: mascarilla capilar, suavizante textil, etc.
TENSO ACTIVOS NO IÓNICOS:
No se disocian en el agua, por lo que carecen de carga y a penas
alteran la función barrera cutánea. Son estables en formulaciones:
Comperlan KD, Nonil fenol 10M, Tween 20, 60 y 80.
TENSO ACTIVOS ANFÓTEROS:
Dependiendo del pH se comportan como aniónicos o catiónicos. En pH
ácido se comportan como catiónicos. En pH básico, como aniónicos.
Básicos en la industria cosmética por su buena tolerancia cutánea:
Jordapon, Cacamidopropil betaína, Dehyton AB-30 (Cocobetaína).
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