Paseos que podrían ser
primaverales al sentir los primeros rayos del calor del sol. Segunda salida que
hacemos, y pasamos del puerto y su hedor mar al turismo veraniego por la playa
despeinándonos con el viento y la brisa marina.
Observamos con intriga unas
zapatillas colgadas entre los cables de la luz en medio del cruce de dos
calles. Puede sonarnos a una moda callejera pero si te paras a pensar cada cosa
y en especial esa, tiene su significado.
Calle a calle, paso a paso. El
murmullo de la clase delatando con palabras que no conocen silencio alguno.
Cada persona con su historia, más interesante o no pero llenando con disimulo
el encuadre de un frio silencio.
"Los errores se asumen. Las experiencias, se viven. Las críticas, se ignoran. La vida, se disfruta"
Mi parte predilecta, favorita,
especial… El mar. Un lugar en donde te conviertes en un ser insignificante en
medio de toda esa masa. Donde todos los errores van a un mismo puerto.
Desvanecientes.
Quedarte mirando la nada y
dejarse llevar por la brisa recordando los días de verano. Los paseos al
atardecer. Los dibujos a la orilla borrados y diluidos por la marea. Maneras de
olvidar y encerarse en un mismo interiorizando. Y como no, esos postureos, las
fotos, las risas…
Todo y así, cuando alguien parece sensato se dice que ya es
el momento de ponerle la camisa de fuerza. La cordura está sobrevalorada. ¿Qué
más dará gritar de vez en cuando? El mar se lo llevo todo y sigue cantando
cuando pierde una ola. Dicen que en mar en calma todos somos marineros, no es
malo un poco de alboroto y desorden en nuestras vidas.
"Todo en la vida es aprendizaje,
todo en la vida está en seguir
adelante. Porque dando pasos en
falso también se avanza."
Se puede observar con detalle
cada elemento que vamos viendo. Se pueden decir mil y una cosa sobre todo con
lo que nos hemos cruzado. Tampoco tiene misterio alguno. Un paseo por el Grau,
las calles, la arena de la playa y sus peculiaridades, pequeños estandartes
señalando la dona de deporte… Tiendas, heladerías, hoteles a cada esquina como
no. Palmeras, bancos, fuentes con su encanto. Bares y restaurantes. Señales,
indicaciones, barreras, coches en circulación. Parques, una noria, estatuas… Elementos
comunes, diría.
Cada día se aprende algo nuevo.
Hoy creo que hemos o al menos intentado apreciar el don de la observación y
admiración de las pequeñas cosas que nos rodean día a día. Es todo capacidad de
azar. Fijar un objetivo y expandir la mente dándole otro significado algo más
complejo. 
“Se puede afirmar, sin exagerar,
que la observación y la búsqueda de similitudes y diferencias son la base de
todo el conocimiento humano”
Alfred Nobel.
Todos los caminos llevan a Roma y
el nuestro en todo caso nos lleva de vuelta al lugar del que habíamos salido
apenas dos horas atrás. El instituto.
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